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Este martes 9 de abril, desde las 11 horas de la mañana en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional y organizado por la Embajada de Hungría, ha tenido lugar el concierto del Centro de Talento de Snétberger, “La música te alza”, una cita que se encuadra en el marco de los conciertos y talleres que la propia Embajada de Hungría y el Centro de Talento de Snétberger ha llevado a cabo en la ciudad de Madrid.

El concierto, dirigido a menores con los que la FYME trabaja en la Comunidad de Madrid dentro del Programa MUS-E ,contó con la embajadora de Hungría, Enykö Györi, como anfitriona de gala y tuvo también entre sus presentes a la viceconsejera de Política Educativa y Ciencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Álvarez. Además, en la cita colaboraron el Instituto de Cultura Gitana y la Asociación Mundo en Armonía.

 

La FYME, a través de su proyecto ‘Arte por la Convivencia,’ fue parte activa también del concierto. Junto con Pantueña Wind Orchestra, la Escuela Municipal de Música, Danza y Teatro de Velilla de San Antonio, cuyo Ayuntamiento forma parte de ‘Arte por la Convivencia’, interpretó ‘Princesas desconocidas’, una obra basada en la novela del mismo nombre escrita por Philippe Lechmeier donde se pone el foco en la igualdad de género y en la ruptura de los estereotipos. En ‘Princesas desconocidas’ colaboraron alumnos del CEIP Valdemera y del CEIP Francisco Tomás y Valiente, centros que integran ‘Arte por la Convivencia’ en Velilla de San Antonio.

Al escenario de la Sala de Cámara del Auditorio Nacional subieron también Laura Fernández y David Arribas, para cantar y tocar el piano, respectivamente. Integrantes de la Fundación A La Par, que colabora con el Proyecto Europeo Erasmus + ‘Campo dei Miracoli’, dejaron patente con su actuación la importancia de la riqueza de la diversidad.

Día del Pueblo Gitano

Este concierto conicidió con la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano (8 de abril). ““La primera vez que me encontré con los gitanos tenía 11 años, en una pequeña ciudad rumana. Estaba en un restaurante, con mi padre y su profesor, Georges Enescu y de pronto violinistas gitanos se acercaron a nuestra mesa, comenzaron a tocar y quedé absolutamente fascinado por su música. Pero a mí me entusiasmó descubrir que algunas melodías que tocaban esos violinistas gitanos eran muy similares a las melodías judías que siempre cantó mi padre. Tenían el común la misma capacidad de expresar la nostalgia y la tristeza“. Palabras pronunciadas en su día por el maestro Yehudi Menuhin sobre el impacto que produjo en un entonces niño prodigio como él, rodeado de orden y de disciplina, la libertad, el sentido del ritmo y la improvisación de los músicos gitanos.

Sobre el Centro de Talento Snétberger

Los cuentos y las películas a menudo tratan la historia de un niño talentoso, que vive en malas circunstancias y tras una lucha larga y dura, finalmente encuentra la felicidad y llega a lograr fama mundial. Estos milagros suceden en la vida real también. El músico de jazz húngaro de fama mundial, Ferenc Snétberger, en 2011 tomó la decisión de fundar un centro de talento en un pequeño pueblo de Hungría, al lado del Lago Balaton. El objetivo del centro es que el sueño de jóvenes con pocos medios se convierta en realidad.

Centro de talento musical Snétberger

Alumnos Centro de talento musical Snétberger

El Centro hoy en día ofrece posibilidades a sesenta jóvenes dotados de talento especial, principalmente de origen gitano y procedentes de grupos socialmente desfavorecidos para desarrollar sus conocimientos y capacidades musicales y, como resultado de su dedicación y duro trabajo, puedan formar parte del círculo de los grandes músicos.  Como afirma la directora de la FYME, Yehudi Menuhin estaría “muy orgulloso del trabajo que ha realizado el Centro”.

El programa de formación elaborado por Ferenc Snétberger no sólo considera el valor individual de la música, sino también su faceta primordial de inclusión social. “La música te alza” – dice el lema del Centro – la música eleva el espíritu e indica un camino. Varias docenas de jóvenes romaníes que cursaron sus estudios en las distintas formaciones allí, hoy en día ya pisan los mayores escenarios del mundo.