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El Proyecto Erasmus+ ‘Arte por la Convivencia’ está llegando a su fin. Con ello, aún quedaba realizar un último encuentro que ha tenido lugar los días 17 y 18 de octubre en Budapest y del que ya dimos una primera aproximación.

Profesionales educativos de siete países (Hungría, España, Italia, Alemania, Bélgica, Portugal y Suiza) se juntaron en Budapest con el objetivo de disfrutar y aprender del último e intenso encuentro. El grupo español estaba compuesto por dos docentes del CEIP Valdemera, dos profesoras del CEIP Francisco Tomás y Valiente, la alcaldesa de Velilla de San Antonio, acompañada por dos representantes del mismo Ayuntamiento, y la representación tanto de la Universidad Rey Juan Carlos como de la Fundación Yehudi Menuhin España para conformar un total de 10 personas.

El día 17 comenzó con la presentación del centro educativo Óbudai Nagy Laszló por parte de la directora del mismo. Es un centro compuesto por dos edificios y con gran número de alumnos y alumnos con necesidades educativas especiales, concretamente especializado en autismo. Tras ello, el grupo participante se comprometió en una actividad de presentación en la que cada uno de los participantes se presentaba y grupalmente, trabajamos en una pequeña actividad de teatro. Después de una parada para tomar un café, se continuó con la visita de la escuela y se pudo observar una sesión basada en la terapia del movimiento Doman-Delacato, estimulación desarrollada por Glenn Doman y Carl Delacato, la cual es una forma de mejorar de forma integral el movimiento de ciertos participantes y, en este caso en concreto, se pudo observar con alumnado con trastorno del espectro autista.

A continuación, se observó uno de los ensayos de la banda del colegio ya que otro proyecto que incluía este centro es la creación de bandas escolares y, para esta escuela en particular, una banda de viento metal formada por tubas, trompetas y trombones.

Se reservaron para la tarde tres actividades más. La primera de ellas fue la observación de un taller de música con sitar en la que los alumnos repetían ritmos propuestos por el artista o los que iban realizando variaciones. A continuación, se pudo participar en una actividad conjunta con alumnos y alumnas del centro y sus familiares donde, de forma conjunta, realizamos mandalas con elementos naturales típicos del otoño dadas las fechas; elementos como piñas, hojas, castañas, frutos secos,…

Para terminar con la actividad del primer día, pudimos escuchar a la orientadora del centro explicando cómo trabajan en esa escuela con el alumnado autista y creando un pequeño debate sobre las diferencias en el tratamiento de cada una de las escuelas allí representadas.